lunes, 9 de mayo de 2011

"Marelle" - Julio Cortazar

Capítulo 7

Toco tu boca, con un dedo toco el borde de tu boca, voy dibujándola como si saliera de mi mano, como si por primera vez tu boca se entreabriera, y me basta cerrar los ojos para deshacerlo todo y recomenzar, hago nacer cada vez la boca que deseo, la boca que mi mano elige y te dibuja en la cara, una boca elegida entre todas, con soberana libertad elegida por mí para dibujarla con mi mano por tu cara, y que por un azar que no busco comprender coincide exactamente con tu boca que sonríe por debajo de la que mi mano te dibuja.

Me miras, de cerca me miras, cada vez más de cerca y entonces jugamos al cíclope, nos miramos cada vez más de cerca y nuestros ojos se agrandan, se acercan entre sí, se superponen y los cíclopes se miran, respirando confundidos, las bocas se encuentran y luchan tibiamente, mordiéndose con los labios, apoyando apenas la lengua en los dientes, jugando en sus recintos donde un aire pesado va y viene con un perfume viejo y un silencio. Entonces mis manos buscan hundirse en tu pelo, acariciar lentamente la profundidad de tu pelo mientras nos besamos como si tuviéramos la boca llena de flores o de peces, de movimientos vivos, de fragancia oscura. Y si nos mordemos el dolor es dulce, y si nos ahogamos en un breve y terrible absorber simultáneo del aliento, esa instantánea muerte es bella. Y hay una sola saliva y un solo sabor a fruta madura, y yo te siento temblar contra mí como una luna en el agua.

4 comentarios:

El Aviador Capotado dijo...

Precioso el escrito. Rayuela se puede abrir por cualquier página, aunque sospecho que escogiste ésta para alguien. La persona en cuestión es muy afortunada

Supe que venias a Sevilla cuando ya había pasado la fecha. Hacia tiempo que no entraba en tu blog y cuando lo hice ya era tarde. Si me informas de tu llegada, diré como Onetti: Ahí estaré. El tiempo no tocará mi pelo, no inventará arrugas, no me inflara las mejillas.

Suelo visitar Casa Diego con mi mujer y, por supuesto, me vienes al recuerdo. El dueño, nos sonríe con su rostro de tímido agudo y la cara de buena gente. Entre sorbo y sorbo de cerveza le hablo a mi mujer de ti, de la niña que tan cerca no llegué a conocer.

Un beso

Un regalo. http://www.goear.com/listen/9700b91/metamorhoses-exceptionelles-antoine

Zoé dijo...

Aviador, Gracias por tus palabras.
Este texto me emociono tanto que quise compartirlo con vosotros.
Ojala fuera destinado a alguién en concreto, pero no es el caso...

Que buenos recuerdos y cuanto echo de menos tomarme una Cruzcampo en Casa Diego! Tu que puedes, disfrutalo! Son cosas que se echan de menos cuando luego estas a 1500 kilometros de alli!


Un beso, y gracias por el regalo! ;)

Zoé

francisco aranguren dijo...

A 1500 km -que no es nada- te mando este recuerdo. Iré a Casa Diego y alzaré una copa por tu felicidad, allá donde estás. Un beso desde Sevilla. este recuerdo. Iré a Casa Diego y alzaré una copa por tu felicidad, allá donde estás. Un beso desde Sevilla.

El Aviador Capotado dijo...

Un beso y una canción para nuestra Zoé.

http://youtu.be/TgXS5QjzC94