Me encanta recoger conchas cada vez que voy a la playa. Tengo un cariño especial para todas aquellas gastadas y rotas.
Las conchas que han vivido y sufrido me resultan mucho más bellas que las intactas. Os habéis fijado en el color que adquieren? En el nácar y en los reflejos irisados, en cómo captan e irradian la luz?
Y eso que se supone que estas conchas representan la "piel muerta " de algún molusco... Y eso que han sufrido la resaca de las olas, una y otra vez, hasta llegar a mi mano...
Paseando por la playa he pensado en lo bonito que tiene lo gastado. En lo auténtico y lo transparente que tiene lo vivido y a veces lo sufrido...
Ojala siempre seamos capaces de enriquecernos y volvernos más bellos y más espectaculares a pesar de los obstáculos de la vida.
*** Para M.
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