Suena muy pesado: sumar y seguir. Comprendo que no tengas mucho tiempo para escribir. La semana pasada pude haber escrito esto, pero...es tan fastidiado (por no decir otra cosa) ir a rastras. Hay que recargar las pilas: restar, restar...descomplicarse. Decir no.
Cuanta razon tienes Francisco!! Ojala pudiera escribir un poco mas pero es que ultimamente... Nunca me plantee eso de restar, quizas sea esto el problema. Siempre voy sumando y acumulando, queriendo aprender y sacar conclusiones de lo vivido y lo sufrido para no volver a caer en lo mismo. Probablemente la clave este alli: deberia aprender a restar, descomplicarme, y volver a ilusionarme con detalles. Gracias por tus palabras! :)
Además el concepto de suma es confuso: nos dijeron no se pueden sumar peras y manzanas. Y a lo mejor está uno sumando cosas que no suman, que en realidad dividen (nuestro tiempo) -y estoy hablando por mí, ojo- . Si de verdad diéramos con lo nuestro, no habría suma sino multiplicación: habría un destaponamiento de nuestra capacidad de despliegue y -puestos en línea con nuestra esencia- los resultados no serían una simple suma, sino una multiplicación prodigiosa. Ojalá tú (y yo) podamos multiplicarnos un día, dando eso que sólo nosotros podemos dar.
3 comentarios:
Suena muy pesado: sumar y seguir. Comprendo que no tengas mucho tiempo para escribir. La semana pasada pude haber escrito esto, pero...es tan fastidiado (por no decir otra cosa) ir a rastras. Hay que recargar las pilas: restar, restar...descomplicarse. Decir no.
Cuanta razon tienes Francisco!! Ojala pudiera escribir un poco mas pero es que ultimamente...
Nunca me plantee eso de restar, quizas sea esto el problema. Siempre voy sumando y acumulando, queriendo aprender y sacar conclusiones de lo vivido y lo sufrido para no volver a caer en lo mismo. Probablemente la clave este alli: deberia aprender a restar, descomplicarme, y volver a ilusionarme con detalles. Gracias por tus palabras! :)
Además el concepto de suma es confuso: nos dijeron no se pueden sumar peras y manzanas. Y a lo mejor está uno sumando cosas que no suman, que en realidad dividen (nuestro tiempo) -y estoy hablando por mí, ojo- . Si de verdad diéramos con lo nuestro, no habría suma sino multiplicación: habría un destaponamiento de nuestra capacidad de despliegue y -puestos en línea con nuestra esencia- los resultados no serían una simple suma, sino una multiplicación prodigiosa. Ojalá tú (y yo) podamos multiplicarnos un día, dando eso que sólo nosotros podemos dar.
Publicar un comentario