lunes, 21 de septiembre de 2009

Lo que me dice tu boca...

Del cerebro al corazón,... mujer!
Del cerebro a la boca,… hombre!
Pues si! Mucha boca pa fuera pero luego cosa poca dentro…
Parece que no termino de encontrar a mi media naranja!

Alrededor todos están bailando el vals de las bodas y de los embarazos y yo sigo sola con mis ilusiones y mis sueños de niña chica… A lo mejor debería espabilar: aquello no es tal y como te lo cuentan cuando tienes 10 años. A lo mejor hay que satisfacerse con menos. Que triste si es así. Yo sigo siendo igualita que la Antigone de Anouilh… Lo quiero todo, y que sea entero, o morir. Debería haber nacido en otro siglo: el papel de heroína de una tragedia griega me hubiera pegado a la perfección...

Esta noche desconecté más temprano. Necesitaba tener tiempo conmigo misma. Necesitaba alejarme, simplemente. La distancia me ha llevado a más preguntas y a más dudas.

Lo que tengo en el corazón debería quedarse en el corazón.
Lo que tengo en el cerebro debería quedarse en el cerebro.

2 comentarios:

Capri c'est fini dijo...

Quizá no ha llegado tu momento, o lo que ves, no es lo que quieres o simplemente no sabes lo que quieres... en cualquier caso, te regalo una cita. El futuro no existe, vivimos en un presente continuo. ¿Y el amor? Pues ya aparecerá... ¿Y si no? Pues es que no merecía la pena...

Un beso.

francisco aranguren dijo...

No creo en eso: hombre boca, mujer corazón. Creo que hay gente que necesita pasar el pensamiento por la boca: decir para comprender. Yo, por ejemplo: hay una confusión que, hablando (o escribiendo), se va perfilando, voy construyendo algo que pueda entender, a base de matizar, precisar...etc. Escribo (como hablo) para aclararme. Esa necesidad de entender, quizás, sí que es masculina. Probablemente es más femenino aceptar la confusión misma como un estado del corazón, sin necesidad de precipitar una explicación: estoy triste -por ejemplo- y no necesito saber por qué. Que enciendas muchas estrellas.